La jornada del viernes se presentaba, en principio, como la más atractiva del festival. Tras la toma de contacto del jueves, durante el segundo día se vivirían algunos de los mejores conciertos de la XVI edición del Festival Internacional de Benicàssim, cita que empezaba a coger color de cara al fin de semana. Echando una ojeada rápida a los horarios antes de entrar al recinto se confirmaba una cosa que este año parece prohibido confesar: Estamos ante un buen cartel que nos obligó a correr de un escenario a otro durante toda la noche, haciendo incluso que nos perdiéramos interesantes propuestas como las de Yacht y Mumford & Sons:
COLA JET SET: Pop 'denominación de origen Elefant' para comenzar la calurosa tarde. A pesar del escaso público, los de Barcelona demostraron que son muy capaces de animar a los presentes, detalle que deberían tener en cuenta otros festivales más modestos y de mayor carácter nacional. Entre sus temas propios se coló algún guiño al repertorio de Los Fresones Rebeldes.
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO: Es evidente que los gallegos están en la primera división del indie nacional gracias a dos estupendos trabajos y, a pesar de la hora, congregaron a un número respetable de espectadores. El guitarreo y la distorsión se adueñaron del Escenario Verde durante poco más de tres cuartos de hora en un ejercicio de contundencia que tiene pocos competidores en el panorama estatal. Temas como Año Santo, El Fantasma de la Transición y De la Monarquía a la Criptocracia hicieron que todos entráramos en calor para afrontar una noche movidita.
SR. CHINARRO: Antonio Luque fue capaz de congregar bastante público en el escenario FiberFib.com. Vaso en mano y luciendo tupida barba, el sevillano consiguió que hasta algún guiri despistado bailara con Esplendor en la Hierba.
JULIAN CASABLANCAS: Saltaba Casablancas al escenario con aires de despistado para comenzar una actuación en la que pronto tuvo que echar mano del repertorio de The Strokes como infalible anzuelo. Entre algunas de sus canciones en solitario intercaló éxitos como Hard to Explain y Reptilia, tema que aceptó interpretar ante la insistencia del público presente. Nadie se quejó a pesar de que los resultados no fueron del todo satisfactorios, pero demuestra que The Strokes no son únicamente su líder.
HOT CHIP: Su inapelable receta sobre el escenario, consistente en encadenar hit tras hit, hace que Hot Chip sean imprescindibles en cualquier festival. Tal y como hicieron en el SOS 4.8 y en el Sónar, los londinenses combinaron éxitos pasados (Boy From School, Over and Over) y temas pertenecientes a su último trabajo (One Life Stand, Take it In). El show terminó por todo lo alto gracias a I Feel Better y Ready For the Floor, canción que cerró una más que notable actuación que probablemente debería haber sido colocada pasada la media noche. Ahí es donde el inconfundible bombo de Alexis Taylor y los suyos retumba de verdad.
VAMPIRE WEEKEND: Con tan sólo dos discos a sus espaldas, los de Brooklyn llegaban a Benicàssim como unos de los cabezas de cartel del festival. Tras el gran concierto ofrecido el pasado mes de febrero en Madrid por Ezra Koenig y los suyos, muchos sentíamos curiosidad por ver cómo se desenvolverían en un 'gran formato'. Pronto nos dimos cuenta de que, sin asumir excesivos riesgos, Vampire Weekend nos iban a tener bailando durante toda la actuación de forma más que convincente. Holiday, A-Punk o Cousins tuvieron calurosas acogidas y un sonido a la altura de las circunstancias. En el bis le tocó el turno a Horchata y una fenomenal Walcott, de nuevo con Koenig como perfecto maestro de ceremonias.
CALVIN HARRIS: A diferencia de lo que muchos podrían pensar, Calvin Harris se presentó en el FIB en formato directo y no como Dj, aunque de cualquiera de las dos formas hubiera quedado patente que el escocés es un especialista de la noche. Ante un repleto escenario FiberFib.com fue desenfundando sus fiesteros temas, siendo especialmente certera la ejecución de Ready for the Weekend, The Girls y Acceptable in the 80's.
BOYS NOIZE: El terreno ya había sido preparado por Calvin Harris, así que el belga sólo tuvo que rematar la faena con su habitual maestría a los platos. Apuesta segura en este tipo de eventos, congregó a la mayoría de los asistentes del recinto, que bailaban hasta subidos a los árboles (literalmente). Una de las excepciones dentro del pobre nivel del festival a altas horas de la madrugada.
He visto Hot Chip en el SOS y el Eurockeennes este año y han sido uno de los mejores en los dos festivales. Su sonido y su show estan hecho para divirtirse, la formula perfecta para un festival
ResponderEliminarAsí es! A bailar!
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