La ordenada y tranquila entrada al Teatro Circo Price, tras una puntual apertura de puertas (20:00), no hacía presagiar el alocado show que esa noche disfrutaríamos en la capital. Vampire Weekend ofreció el pasado domingo un concierto trepidante e inteligente. Trepidante por el acertado setlist, la sorprendente contundencia que exhiben en directo y la intachable actitud de Ezra Koenig, un tipo encantador que se encuentra como pez en el agua en las distancias cortas. Inteligente por saber aprovechar las virtudes y maquillar las limitaciones de la música en vivo.
Pasadas las nueve de la noche, y mientras el numeroso público (cuya media de edad superaba ampliamente a la de los fans de Arctic Monkeys) esperaba a las anunciadas teloneras, irrumpieron en el escenario Ezra Koenig, Rostam Batmanglij (luciendo camiseta de The xx), Chris Baio y Chris Tomson (con elástica del Tottenham inglés). Sin mediar palabra, dieron el pistoletazo de salida con White Sky y Holiday, dos de los temas más destacados de su último disco. Cape Cod Kwassa Kwassa, tras una breve presentación, nos recordaba que estos cuatro neoyorkinos siguen siendo los reyes del afro-pop. El Circo Price estaba viviendo una de las más alocadas funciones de su historia y, cuando todavía no nos habíamos recuperado de la hiperactiva California English, Koenig pronunció las palabras mágicas: ''La familia es peligrosa''. Los de Brooklyn disparaban Cousins para delirio del personal, que a estas alturas ya se encontraba entregado. Tomamos aire gracias a la tranquila e íntima Taxi Cab (con violoncello incluído) y nueva invitación al baile de la mano de A-Punk, el hit bandera de su disco de debut.
La velada continuaba con un variado catálogo de gestos, miradas y contoneos de Koenig y un papel protagonista de la batería, que le comía terreno a los teclados. Los minutos pasaban tan rápidos como los acordes de guitarra de nuestros vampiros favoritos, destacando en la última fase del concierto canciones como One (Blake’s Got A New Face), Diplomat's Son o Giving up the gun, tremendamente coreadas por el público que abarrotaba el acogedor recinto. Primera retirada después de regalarnos Oxford Comma y vuelta al escenario para despedirse con tres de sus imprescindibles: Horchata, Mansard Roof y Walcott.
El plato fuerte de la programación musical de Heineken cumplió las expectativas. Vampire Weekend protagonizó uno de los conciertos del año, donde el sonido fue casi tan perfecto como la conexión entre público y artistas. 80 minutos después, fue imposible no salir con una sonrisa en la cara. Nos vemos en Benicàssim.
Setlist Vampire Weekend @ Teatro Circo Price (28-2-10):
White Sky
Holiday
Cape Cod Kwassa Kwassa
I Stand Corrected
M79
California English
Cousins
Taxi Cab
Run
A-Punk
One (Blake's Got a New Face)
Diplomat's Son
Boston
Giving Up the Gun
Campus
Oxford Comma
Horchata
Mansard Roof
Walcott
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