domingo, 10 de enero de 2010

Con la bendición de Pitchfork: Cymbals Eat Guitars



Si cuando apenas has superado la veintena de años ya te has auto-producido de forma acertada tu primer disco y eres comparado con pesos pesados como Pavement o Pixies es porque algo has hecho bien. Elogios quizás desmesurados de Pitchfork aparte, lo cierto es que Cymbals Eat Guitars son una de las bandas que más ruido ha hecho (literalmente) desde los últimos meses de 2009.

Los neoyorkinos han sido los autores de uno de los debuts más aplaudidos por la crítica en el pasado año. Su 'Why there are mountains' es un disco denso, lleno de capas en las que juega un papel protagonista la distorsión. Formado por unos extensísimos temas en los que el líder del grupo, Joseph D'Agostino, tiene tiempo de pasar de la melodía más delicada y susurrante al grito más desgarrado y afilado.
Y la variedad no sólo se manifiesta en la voz, sino también en su arsenal de instrumentos en el que tienen cabida guitarras, trompetas e incluso violines.

'Why there are mountains' no deja indiferente, lo que debe considerarse un acierto tratándose de un LP de debut. Resulta épico y misterioso para algunos, otros en cambio quedan desconcertados y aburridos ante semejante fusión de sonidos, texturas y excéntricos arreglos.





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