martes, 16 de agosto de 2011

Sonorama 2011: jueves 11 y viernes 12


Después del amor a primera vista que vivimos el pasado año con el Sonorama, volvíamos hasta tierras arandinas para disfrutar de un festival acogedor que te conquista a la primera. Como viene siendo habitual, los mejores momentos musicales no fueron territorio exclusivo del recinto de conciertos y las actuaciones en directo se multiplicaron a lo largo del siempre festivo centro del pueblo. A pesar del considerable incremento de público asistente en este año, la comodidad primó por encima de todo y el buen rollo reinante se hizo palpable. Sin colas y con precios tan asequibles sí se puede disfrutar íntegramente de un festival. Así vimos las dos primeras jornadas de la 14ª edición del Sonorama:


TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO (jueves, 00:10): A estas alturas, resulta tan redundante como tremendamente justo destacar el directo de Triángulo de Amor Bizarro como uno de los mejores (o el mejor) de nuestro país. El arrollador concierto de los gallegos, más largo de lo habitual en ellos, no ofreció apenas descanso y se tornó más bestia e intenso si cabe hacia el final del set gracias a las geniales De la Monarquía a la Criptocracia y Amigos del Género Humano. Aún no entendemos como en plena exaltación del sonido shoegaze no han obtenido cierta repercusión internacional.

VARRY BRAVA (jueves, 01:10): La descarada propuesta del grupo murciano-alicantino triunfó sin condicionantes. Un concierto con tintes lúdico-festivos en la Future Stars atrajo a un gran número de personas hasta allí, quizás el concierto que más gente logró reunir en la carpa. Óscar, los hermanos Gas y el resto de los miembros, perfectamente ataviados, repasaron sin excesivo ochenterismo su disco 'Ídolo' y algunos temas (continuistas) del próximo trabajo que se encuentran ahora mismo grabando. Por culpa de hits como Radioactivo, No Gires o su versión de Fiesta de los Maniquíes de Golpes Bajos la carpa se quedó pequeña para estos chicos que, previsiblemente, repetirán por tierras burgalesas.


FUEL FANDANGO (viernes, 14:00): El dúo comprendió perfectamente el espíritu de la Plaza del Trigo y desde el primer segundo hicieron bailar a todos los presentes de la mano de su desprejuiciada propuesta y canciones como Shiny Soul o Talking. Mención especial merece Nita, la bella vocalista, un torbellino que puede presumir de tener una voz que reúne lo mejor del soul y el flamenco. Una de las sorpresas agradables del festival.

LOS CAMPESINOS! (viernes, 20:20): A pesar de los esfuerzos de Gareth por animar el cotarro (incluso saltó la valla para cantar entre el público), Los Campesinos! no fueron ni la sombra del grupo estrella en el planeta indie que en 2008 publicó dos discos cargados de hits. Hoy en día ni tan siquiera destacan por un directo que resulta tedioso en ocasiones, monótono y excesivamente centrado en su mediocre 'Romance is Boring'. Los ocho miembros que se presentaron sobre las tablas no lograron sonar armónicos en ningún momento, sino más bien atolondrados y caóticos. La actuación más decepcionante del festival únicamente nos hizo disfrutar con una You! Me! Dancing! que debió cerrar la actuación.

NIÑOS MUTANTES (viernes, 21:10): Los de Granada, con casi una veintena de años de carrera a sus espaldas y siete discos publicados, se plantaron en el escenario Ribera con la suficientes tablas como para dejar más que satisfechos a sus muchos seguidores. Desgraciadamente, no se esforzaron por llegar(nos) a los agnósticos. Excesivamente monótono el show, sólo mejoró hacia el cierre cuando hilaron Te Favorece Tanto Estar Callada, Errante, Las Noches de Insomnio y una final La Voz que contó con la participación de un gran número de público sobre el escenario.

SAN LEON (viernes, 21:30): Aldo Comas (ex-El Guisante Mágico) se reiventó junto a un buen grupo de amigos y músicos como San Leon, grupo que destaca por su propuesta africanista, con influencias del ska y de los años cincuenta incluso. Vestidos con una formalidad extraña, y mermados en cuanto a público por tocar en la carpa Future Stars, ofrecieron un show muy serio. Aldo sabe como manejar a la gente y no para sobre las tablas ni un segundo mientras interpreta muchos temas de su disco (discazo) debut y alguno del último EP. Sorprendieron incluso a los que no conocían al grupo y canciones tan ''vampireweekenizadas'' como Witches o Little Words fueron gratamente acogidas. Finalmente, su gran hit, Love, Speed and Picasso, reventó la injustamente poco poblada pista de baile de la carpa.


CATPEOPLE (viernes, 22:50): Tal y como vienen haciendo a lo largo de todo el verano en sus numerosas apariciones festivaleras, CatPeople ofrecieron un sonido mucho más homogéneo de lo que podría caber pensar si comparamos sus dos primeros discos con el sorprendente y reciente 'Love Battle'. Su repertorio se centró en su citado tercer álbum, destacando temas como Fat Rat o Secret Life, pero el público se mostró mucho más entusiasmado con Mexican Life, canción que incluyó un inicio a cappella con Adrián en el foso, o la final Radio.

SECOND (viernes, 00:30): Sean Frutos, líder de los murcianos, confesó que se trataba de su quinta actuación en el festival, pero derrocharon una energía digna de unos novatos con ganas de agradar a toda costa. El concierto sirvió casi exclusivamente como presentación de 'Demasiado Soñadores', disco publicado este año, aunque también hubo hueco para canciones anteriores como Rincón Exquisito o Rodamos, tema que Frutos interpretó encaramado a una torre de sonido. Uno de los directos más potentes del fin de semana.

IVÁN FERREIRO (viernes, 01:20): Mientras una marea de gente comenzaba a tomar posiciones en torno al escenario principal, la sintonía de Expediente X anunciaba que había llegado el momento de Iván Ferreiro y su banda. Concierto muy para fans que logró emocionar sobre todo cuando Ferreiro se situó al piano. No faltaron clásicos como Extrema Pobreza, Ciudadano A o Turnedo, momento karaoke por excelencia de todo el festival.

DELOREAN (viernes, 02:10): Tras la debacle sonora de 2010, Delorean retornaron al Sonorama para brindar uno de los mejores conciertos de un grupo español que servidor ha podido ver en su vida. Como si de una sesión de dj se tratara, los temas se fueron sucediendo sin apenas paradas entre sí, conectados por unas transiciones instrumentales de regusto espacial. Los de Zarautz se permitieron el lujo de soltar Stay Close y Deli a las primeras de cambio, pero eso no impidió que todos los presentes botáramos casi tanto como el teclista de la banda. Semejante lluvia de samples y unos retumbantes bajos hicieron que la parte vocal, quizás lo más flojo de su directo, no desentonara. Un producto nacional aún más exportable y enorgullecedor que el Ribera del Duero. 

FOTOS: Organización Sonorama

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