domingo, 20 de marzo de 2011

The Strokes - 'Angles'


''Suenan a The Strokes''. ¿Cuántas veces has escuchado esa expresión durante los últimos años?. Una banda que es capaz de acuñar un sonido tan reconocible, una seña de identidad, merece siempre el beneficio de la duda. Un voto de confianza que no puede ser torpedeado por singles de adelanto o apresuradas filtraciones. Por ello, tras tomarse el tiempo conveniente, puede comenzar a analizarse uno de los discos más esperados de los últimos tiempos.

El quinteto neoyorkino no tarda en darle con la puerta en las narices a todos aquellos que criticaron la apuesta continuista que supone Under Cover of Darkness. Durante los 34 minutos sobre los que se extiende 'Angles', The Strokes apenas recurren a su infalible receta para fabricar hits inmediatos de pegajosos estribillos. En el cuarto álbum de The Strokes, el que dicen que es el más colaborativo de su discografía, no hay demasiado hueco para sucesores de Last Nite o Someday y sí un sinfín de ''angulosos'' recovecos y contrastes producto de cinco personalidades distintas.


'Angles' se abre con los ritmos cuasi-reggaes de Macchu Picchu para continuar con la ya comentada Under Cover of Darkness, el espíritu new-wave de Two Kinds of Happiness, la machacona oscuridad de You're So Right (¿Podría haber sido firmada por Thom Yorke?) y una Taken For A Fool que sí mira de frente a 'Is This It?'. Hasta ahí llega la primera mitad del disco, claramente lo mejor del regreso de Julian Casablancas y compañía.

Pasado el ecuador nos encontramos con registros aún más sorprendentes... y más aburridos. Games y Metabolism encajarían sin chirriar en el tracklist de 'First Impressions of Earth', pero la delicada Call Me Back podría estar cercana a Little Joy (proyecto paralelo de Fab Moretti) y Gratisfaction y sus aires de musical no andan muy lejos de Queen. La pausada Life is Simple in the Moonlight, única canción grabada junto al productor Joe Chiccarelli, cierra el álbum. Terrenos nunca antes pisados por The Strokes que terminan de completar un rompecabezas formado por piezas muy diferentes entre sí y que, con el paso de las escuchas, ganan por separado. Lo más negativo es que lo que deberíamos llamar rica variedad nos termina pareciendo inconexo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario