Apenas hemos consumido dos meses de 2011 y ya hemos descubierto varios álbumes de muchos quilates. Entre ellos se encuentran 'Zonoscope' de Cut Copy, 'Underneath the Pine' de Toro y Moi y, por supuesto, 'Wounded Rhymes' de Lykke Li.
El pasado 25 de febrero un segundo álbum en el que vemos como la sueca ha dado varios pasos al frente. Allá por el mes de noviembre conocíamos un single, Get Some, que nos ponía en alerta: La señorita Li parecía cansada del San Benito de niña buena y dulce y pegaba un golpe sobre la mesa lleno de actitud provocadora. El contenido explícitamente sexual, acompañado de unas tribales y adictivas percusiones, nos recordaba que ya no estábamos ante la chica de 19 años que editó el frágil 'Youth Novels'.
Get Some era simplemente un aperitivo que anticipaba un álbum oscuro y nocturno que, por suerte, no se olvida por completo de las (muchas) cosas buenas que contenía su predecesor. En 'Wounded Rhymes' volvemos a disfrutar de la estupenda voz de Lykke Li en baladas de sabor soul (Love Out of Lust) y en canciones que prescinden de todo ornamento. Prueba de ello son las intensas y minimalistas Unrequited Love y I Know Places. Pero no te acomodes, porque llegarán como un tiro temas trepidantes y cargados de instinto: Youth Knows No Pain, Jerome y, en menor medida, I Follow Rivers, el segundo single del álbum.
Todo ello conforma un claro ejemplo de cómo deberían ser los álbumes en pleno 2011: modernos, inclasificables, repletos de contrastes y capaces de responder ante innumerables referencias, etiquetas e influencias. Y, de paso, 'Wounded Rhymes' sirve para obligarnos a incluir una nueva acepción en la definición de 'diva del pop alternativo'.
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