Hurts + eMe DJ
27 de octubre
Sala Penélope. Madrid.
20.00 - 22.30
Aforo: más que completo
Con cierto retraso y la correspondiente sonora pitada por parte del modernísimo respetable que se congregó en la madrileña sala Penélope, comparecieron Hurts en formato quinteto. Theo Hutchcraft y Adam Anderson, vestidos con la ropa de su abuelo (véase anécdota) consiguieron dejar pequeña, literalmente, la sala. A pesar de estar ésta abarrotada, la acústica y el juego de luces cumplieron satisfactoriamente. Precedidos por el perfecto warm up de Eme DJ, con un volumen ostensiblemente bajo, a pesar del cual Marta Fierro sacó a relucir sus mejores temas y habilidades.
Así, tras una pequeña intro, Hurts se arrancaron con la potencia sonora de un tema que va ganando enteros, Silver Lining. A continuación, Theo preguntó (algo que se repetiría a lo largo de la noche) a los asistentes si estaban listos para bailar, y se lanzó así a por su gran éxito Wonderful Life, desprendiéndose de el a la primera de cambio.
El dúo británico cuenta con el apoyo de medios generalistas como la BBC y el tabloide The Guardian, así como de medios especializados, véase NME y Popjustice. Sorprendente es la buena acogida que tienen entre el público gay que queda patente en Devotion, tema junto a Kylie Minogue, a la cual excusaron por no haber podido acudir anoche.
Tras Wonderful Life, le llegó el turno a Happiness, tema que da nombre al disco debut de los de Manchester. A lo largo del disco hay canciones que no añaden nada nuevo, y estas en directo no levantan, precisamente, muchas pasiones.
Durante la hora larga de set, Theo se quejó varias veces del calor. El público también fue plenamente consciente de ello. Elegantes y sobrios en el vestir pero también sobre el escenario, rosas blancas incluidas. Destacaron canciones como Stay o Devotion, muy coreadas ambas por el público allí congregado. The Water, que recuerda irremediablemente al gran Rufus Wainwright. Y obviamente Wonderful Life y Better Than Love, tema con el que cerraron sin bis alguno (a dios gracias).
Theo aparenta ser el yerno perfecto, a pesar de que se le escapara un fucking al final del concierto y junto a Adam Anderson, teclista, guitarrista ocasional y principal compositor del dúo mancuniano, forman una dupla que rememora a la fotografía de Anton Corbijn y te transporta a los ochenta en un abrir y cerrar de ojos. Depeche Mode, Pet Shop Boys, Spandau Ballet y los suecos Kent te cruzan por la mente a la hora de buscar referencias claras. Y las melodías profundas y meditadas son puro revival ochentero, además de canciones ciertamente propicias a ser remezcladas. Hurts navegan en la eterna dicotomía de cruzar la ligera barrera del grupo superventas o seguir la delgada línea de la banda de culto.
El concierto fue de nuevo bajo la organización de Girls Allowed y el patrocinio de Movistar, que siguen formando un buen tándem y ganando puntos, como se demostró el pasado septiembre en el concierto de Goldfrapp, curiosamente, otro dúo de synthpop británico.
Después de haber actuado el día anterior en Barcelona, se despidieron de España y montaron en su fantástico autocar cama-cocina-habitáculo-casa aparcado en la mismísima puerta. El avión ha desvirtuado las giras, RadioDuo reivindica el autobús para mantener la originalidad y como complemento perfecto de una gira.
Todo el mundo debió estar allí, aquello tomó tintes de gran acontecimiento ante el previsible estallido mediático de los de Manchester. Era un must ir al primer concierto de Hurts en la capital (shows secretos mediante).
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