Por cuarto año consecutivo, Murcia quedaba invadida por gafapastas, entendidos en la materia y hipsters varios, ávidos todos de dar pistoletazo de salida a la temporada festivalera. Los amenazantes nubarrones hacían peligrar una jornada inaugural en la que aparecían MGMT, The Kooks, Yann Tiersen o Two Door Cinema Club como principales reclamos, haciendo que, una vez más, los conciertos del sábado queden en un segundo plano. Tal y como habíamos podido observar (o sufrir) en 2010, el recinto registraba un aforo récord dispuesto a disfrutar de variadas propuestas:
THE KOOKS: La presencia de Manel en el DCode nos hizo decantarnos por los de Brighton como primer plato fuerte... y a la postre primera decepción. Ante un público en su mayoría adolescente y de sexo femenino, el diminuto
Luke Pritchard y los suyos ofrecieron un directo insípido y con poco ritmo que quizás hubiera funcionado mejor al caer la noche. Junto a éxitos como
Always Where I Need To Be, She Moves In Her Own Way o
Do You Wanna el cuarteto mostró algunos temas de un tercer disco que, por desgracia, no promete mucho. Cierta falta de rodaje por culpa del proceso de grabación y el inexplicable afán por introducir pasajes instrumentales demasiado extensos terminaron por enfriar a unos presentes que tuvieron que conformarse con muy poco.
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO: Como en ellos es habitual, Isa, Rodrigo y cía cumplieron con creces sobre las tablas, demostrando que su ya conocida propuesta tiene pocos rivales en el panorama nacional. Intercalando temas de sus dos trabajos, los gallegos llenaron de ruido y distorsión el Escenario Jägermeister con Sr. Chinarro como testigo. Una pregunta quedó en el aire al finalizar su actuación: ¿Si cantaran en inglés serían un producto exportable?
YANN TIERSEN: El respetable en absoluto silencio; el francés y su banda desgranando suaves y leves compases que empezaban a envolver el ambiente. Fueron muchos los momentos únicos, de esos que te ponen la carne de gallina y hay que vivirlos para sentirlos. Instantes que supieron a pura gloria. Fue una actuación cargada de expectación que a buen seguro defraudó a los ingenuos fans de Amélie, pero estuvo preñada de ráfagas de embrujo artístico.
ARIZONA BABY: Divertido y ameno directo, una vez más, del trío pucelano. Perfectamente comandados por el sobrio
Javier Vielba, dispararon bailongas versiones de sus temas, destacando
Shiralee, A Tale Of The West y su ya habitual versión del
The Model de Kraftwerk.
VETUSTA MORLA: La actuación de los de Tres Cantos fue, sin duda, de las más transcurridas de la primera jornada del festival. El peso del setlist recayó en su recién estrenado 'Mapas', por lo que sus legiones de fans no pudieron cantar todo lo que hubieran deseado. Su sonido fue fiel a lo que muestran en estudio, pero se mostraron un tanto sosos.
TWO DOOR CINEMA CLUB: La actuación de los norirlandeses sirvió para comprobar que el SOS 4.8 también triunfa entre el público venido desde fuera de nuestras fronteras. Tal y como sucedió en la pasada edición del FIB, su show fue rápido y divertido, mostrando a unos Two Door Cinema Club más contundentes que en estudio gracias a la presencia de un batería.
Cigarettes In The Theatre abrió el setlist, mientras que
I Can Talk puso el desenfrenado cierre al mejor concierto del viernes.
MGMT: El dúo neoyorkino aterrizaba en Murcia tras su visita del pasado mes de diciembre generando gran expectación y tirando de psicodelia. Soltando
Time To Pretend a las primeras de cambio dejaban claro que guardan mayor estima a su segundo disco que a su debut. A pesar de eso, en el setlist hubo hueco para
Weekend Wars, Electric Feel y, en el último tramo de la actuación,
Kids. Es de justicia decir que su sonido ha mejorado desde su irrupción, pero anoche no llegaron a conectar con el numerosísimo público.
TRENTEMOLLER: El danés compareció en el Escenario Jägermeister acompañado por una fiel banda y un sinfín de aparatos y maquinitas. A pesar de que estábamos más acostumbrados a su estilo minimalista y ambiental, Anders nos sorprendió gratamente con un show más adecuado a la madrugada festivalera. Bajos gruesos y bases machaconas (en el buen sentido de la palabra) levantaron muchos manos en el cielo murciano.
THE BLOODY BEETROOTS: Los fieles de la congregación de la Church of Noise se contaban por miles cuando el combo italiano saltaba al Escenario Estrella Levante.
Domino prendía la mecha de un directo zapatillero a más no poder en el que contaron con la colaboración de un vocalista digno de bandas de death metal. Las escasas treguas concedidas eran el claro ejemplo de la calma que precede a la tempestad, un torbellino sonoro ante el que era imposible no sucumbir.
Sir Bob Cornelius Rifo y sus apóstoles predicaron con su consabida doctrina y nos dejaron bendecidos para el resto del fin de semana.
WE HAVE BAND: A la banda londinense, ejemplo perfecto del staff de Benetton, le tocó lidiar con un horario que exige baile y desenfreno. Y cumplieron con creces gracias a temas como
Oh! y
Honeytrap. Siempre interactuando con el respetable y muy educados, terminaron de meterse al público en el bolsillo al grito de ''¡acho!''.
AMABLE: El capitán general de los platos nacionales pasaba revista a sus tropas a las 04:00 AM en el Escenario Jägermeister. A lo largo de una sesión de casi dos horas fue capaz de mostrar diferentes registros, siempre ensamblados a la perfección: clásicos entrañables, electrónica, grupos presentes en el festival y novedades de rabiosa actualidad (Digitalism, The Shoes, The Vaccines...). Encomiable labor de un profesional que continúa sorprendiendo a pesar de su dilatadísima trayectoria.
FOTOS: Juan Caballero (La Verdad de Murcia)