A estas alturas de la historia de la humanidad, cuando todo parece estar inventado, resulta casi imposible que alguien en el mundo de la música enarbole una propuesta realmente novedosa. Sin embargo, determinados sujetos tienen la habilidad de actualizar sonidos añejos o de combinar con maestría ingredientes que, a priori, podrían parecer completamente antagónicos.
Esos aventajados protagonistas son los que merecen tener un hueco en nuestra lista de revelaciones musicales del año. Diez nombres que, de forma insolente y contestona, han irrumpido durante los últimos meses en el hiperpoblado panorama para robarle protagonismo a algún que otro veterano con galones. Esperemos que tanto piropo no se les suba a la cabeza, ya que sus movimientos serán vigilados con lupa a partir de ahora:
ANNA CALVI: Las comparaciones con Pj Harvey o Patti Smith sirvieron como infalible rampa de lanzamiento para una carrera que, por méritos propios, estaba destinada a acaparar muchos flashes. Una voz estremecedora, habilidad empuñando la guitarra y las dosis justas de teatralidad, todo ello condensado en un bonito envoltorio.
AUSTRA: En las oficinas de Domino Records se equivocan en contadas ocasiones, y el proyecto de Katie Stelmanis no iba a ser una excepción. Electro-pop oscuro y barroco para uno de las óperas primas más aplaudidas de la temporada: 'Feel It Break'.
BIG DEAL: Un tópico tan recurrente como ''menos es más'' se cumple a rajatabla en este dúo formado por Alice Costelloe y Kacey Underwood. Apenas una simple línea de guitarra y un ágil diálogo chico-chica sirven para elevar la tensión sexual hasta los altares. Sí, justo donde deberíamos colocar su debut.
FRANK OCEAN: El eslabón más sensato de Odd Future, ese colectivo hiphopero-destructor digno de estudio psicológico. Mientras el talentoso y díscolo Tyler, The Creator corre el riesgo de ser engullido por su propia creación, Ocean se muestra pausado y equilibrado, adjetivos que también pueden ser aplicados a su futurista visión del R'n'B y el soul.
LANA DEL REY: Un hype con pocos precedentes en la historia reciente. La californiana ha permanecido prácticamente doce meses en boca de todos: remezclas, versiones, alabanzas y, por supuesto, críticas, todo ello logrado únicamente con un par de singles. El próximo mes de enero llegará el momento de la verdad con la publicación de un debut esperanzador.
SBTRKT: Post-dubstep nocturno y pausado, más ideado para la oscuridad de una habitación que para el jaleo de una pista de baile. Esa es la especialidad de Aaron Jerome, productor británico que se nutre del deep house y el soul para crear deliciosas piezas cargadas de modernidad.
S.C.U.M.: Deje a un lado posibles prejuicios (como por ejemplo los lazos familiares que unen a S.C.U.M. con The Horrors) y escuche con atención 'Again Into Eyes', el primer álbum de este quinteto de paliduchos londinenses. Descubrirás un trabajo oscuro y melancólico que demuestra que, muchas veces, el ruido puede ser bello.
THE VACCINES: Al enésimo intento por parte los medios británicos, una ''new band'' guitarrera ocupó infinidad de portadas de forma merecida. Entre las bondades del cuarteto, además de una impecable imagen, está la habilidad para llenar de frescura referencias tan añejas como el surf, el punk o el garage.
THE WEEKND: Ahora que la experimentación, la superposición de capas y la ornamentación barroca están tan en boga, tipos como Abel Tesfaye (el hombre más atareado del año, con permiso de James Blake) son más necesarios que nunca. Como antítesis a las producciones saturadas, el canadiense se ha ganado a la crítica gracias a una minimalista y taciturna mezcla entre R'n'B y el dubstep más ambiental.
WU LYF: Durante los últimos tiempos, muchas han sido las bandas que han recurrido al misterio y la desinformación como táctica de márketing. Una vez superado el desconcierto inicial, conviene seguir los pasos de Wu Lyf y facturar un debut tan solvente como el áspero y tribal 'Go Tell Fire to the Mountain'.